"En esta novela hace un calor de invernadero. Todo sucede a fines de los años 90 en Guayaquil: una ciudad inventada, o recordada con nubes. El Huracán Malcom estallará sobre el puerto en menos de tres días, y hay un fantasma en el Hotel Madison. Es el bellísimo fantasma de Antonia Fernández. (La belleza es vertical, había e scrito Vittorio. A su lado deja un foso. Y la belleza es ese foso).