"Circular de la Junta (1810).
Los funestos desengaños, que ha recibido esta Junta de hombres ingratos al país, en que hicieron su fortuna, y que los volvería infelices con arrojarlos de su seno, la precisan a tomar aquellas medidas que puedan asegurar la conservación y bien de la tierra, por los estímulos que la misma naturaleza inspira a los que han nacido en ella. Las naciones todas justifican esta regla con su conducta, pues en ninguna se divide el gobierno con hombres extraños, ni se dispensan los derechos de ciudad con una franqueza, que haga menguar su estimación y aprecio".