Mientras en Colombia la felicidad embargaba a todos los colombianos y el Ejército narraba cómo se planificó y se ejecutó la Operación Jaque, en Estados Unidos se filtró una información militar diferente que presentó el destacado papel desempeñado por cientos de militares norteamericanos que llegaron a Colombia al inicio del año 2008, con decisión y arrojo, para rastrear y encontrar a sus tres norteamericanos.