A partir del 26 de septiembre de 1604 se comenzó a imprimir el texto de la primera parte del Quijote en el taller madrileño de Juan de la Cuesta. La primera edición del Quijote se vendió al precio de "doscientos y noventa maravedís y medio". En 1615, Cervantes publicó en el mismo taller a costa del mismo librero, Francisco de Robles, una segunda parte del Quijote. Desde los primeros meses de 1605, el Quijote no ha dejado de imprimirse, de conquistar nuevas geografías y diferentes lenguas. Ambos libros se fueron publicando conjuntamente hasta formar hoy en día una única novela, la más genial de todas, la primera que abrió las puertas a la modernidad literaria. El Quijote no es sólo esta obra prototípica de un género multiforme; es también una gran creación poética que ha obrado en el espíritu del hombre moderno con la fuerza irresistible de los mitos y símbolos más profundos de su destino.