El género del cuento revitaliza su ánimo nostálgico gracias a esta publicación de Mario Silva, una de las mejores voces narrativas representantes del Chile de los años sesenta, del paisaje natural de la marginalidad, de la tierna curiosidad de dos niños y los personajes que circulan por las calles de su vida, todas atmósferas de convulsión social y política, del esfuerzo mal recompensado de los trabajadores bajo una resignada poética de los días. Un hermoso bosquejo descriptivo y sonoro de un gran cronista de otros años.