La historia literaria debe mostrar procesos amplios, no ser un simple encadenamiento de monografías. Tal es el criterio que orienta Del clasicismo al 98, obra donde se describen las respuestas de la literatura española frente a la nueva percepción de la realidad que se da desde el siglo ilustrado. Superado el papel del creador dentro del orden clásico -reflejar un mundo objetivo que encaja como un anillo en un sistema universal e indiscutido-, nuestros escritores acometen la empresa de manifestar la mentira de la realidad, mostrar su malestar ante ella o, por fin, tratar de modificarla, hasta que, ya en este nuestro siglo que se acaba, se sintieron liberados, por un momento, de atender a tareas ajenas a su profesión. Por desgracia, ese proceso quedó truncado por la Guerra Civil. Esa trayectoria es la que Domingo Ynduráin recorre con un estilo vigoroso y personal, no exento de ironía. Muy personal en sus juicios, pero colmado de documentación, aduciendo textos sin cesar, reconstruye la historia moderna de las letras españolas y la coloca en su marco, el de la cultura occidental.