Un proemio a poemas propios disemina dudas sobre una muy reclamada veracidad de lo que se escribe en ese campo borroso e insistente denominado poesía. Mi propósito consiste en indicar las posibles figuras tras las líneas de fuerza en cada libro, y por qué no deseo que nada, fuera de lo que he seleccionado, si acaso permanezca: este libro es una suerte de testamento poético que comprende veinticinco años de publicaciones y un último inédito. Varios de los poemas aquí resultantes de los libros publicados en el siglo xx fueron reelaborados, con la excepción del mejor trabajado de ellos, Mínima natural distancia (1990), en donde sólo en uno de ellos introduje algunos cambios y añadidos. En cuanto a los del siglo actual, creo percibir una cierta madurez alcanzada, sin embargo, ya en ese libro, y no hay casi cambios salvo en un poema de Escribo pájaro, aparecido en 2008.