Con Os ángulos da brasa (2012), Manuel Álvarez Torneiro (A Coruña, 1932) aporta a la literatura gallega donde era ya una voz indispensable, un clásico su primer Premio Nacional de Poesía. Culminaba así la carrera de quien, desde 1982, ha publicado dieciséis poemarios que merecieron los más prestigiosos galardones (Esquío, Miguel González Garcés o Premio de la Crítica Española, entre otros). En esta obra el autor nos presenta de nuevo la devastación existencial de un ser sujeto a los vaivenes de la vida y, sobre todo, al paso del tiempo que le aproxima de forma implacable a la vejez, mas es ésta una ruina sin épica, sin recreación morbosa ni complaciente en la decadencia. Por el contrario, la musicalidad del lenguaje y el deseo de despertar en el lector la emoción desnuda, primigenia, se entremezclan en los versos de Os ángulos da brasa con la belleza y la memoria como elementos recurrentes que, de modo simultáneo, nos revelan la verdad más pura y connotan a lo ya inalcanzable: la infancia y sus paraísos perdidos, la suntuosidad de la naturaleza, la milagrosa utopía, el reino de los sueños o el amor como única fuerza vivificante.
TERESA SEARA