esde que Descartes rechazó las disciplinas humanistas, el problema de la imagen es no sólo dejado de lado, sino excluido, por los análisis filosóficos. El proceso que se deriva del descubrimiento de una verdad primera sólo puede tener carácter racional. De ahí que con el comienzo del pensamiento moderno el discurso racional o científico y el discurso patético o retórico fueran separados y el arte de hablar, el lenguaje de imágenes, quedara marginado de la ciencia filosófica. La preeminencia de la imagen frente al lógos sólo puede ser analizada detalladamente tras un estudio pormenorizado de la esencia y la estructura de la experiencia filosófica y del lenguaje.