El libro se sitúa en la realidad contemporánea proponiendo argumentos sobre la importancia de fundamentar las prácticas pedagógicas en teorías psicológicas del aprendizaje, concibiéndolas como herramientas conceptuales, a adecuar mediante el análisis crítico, a las múltiples y exigentes circunstancias en las que se busca intencionalmente desarrollar auténticos aprendizajes. Se habla de APRENDIZAJES en plural, concibiéndolos como procesos subjetivos y personales que se constituyen en una historia singular, haciendo notar que tendrían que explicarse desde el niño al anciano. Aprendizajes que se sitúan en distintos contextos sociales y culturales con cuyos saberes y prácticas, la educación ha de tender puentes para favorecer a la construcción de nuevos significados y sentidos por parte del sujeto. La corriente Sociocultural del aprendizaje inspira este texto y el entramado de condiciones, procesos y contextos explican su complejidad.