Grotesco regresa con una nueva entrega de las historias de su personaje Señor Intestino, y lo hace con la misma ironía, crítica social y sarcasmo que en el libro anterior. Viñetas en blanco y negro que provocan la risa ácida y el pensamiento crítico, que transforman el mal humor en carcajada, y que pintan el día a día como un lugar más entretenido que malo.