Se han propuesto muchos nombres para la autoría del Lazarillo, pero el único que cumple todos los requisitos exigidos por los estudiosos es el primero de nuestros humanistas, Luis Vives, autor de obras muy profundas y también de obras de ficción y entretenimiento. La demostración se hace gracias a la comparación de los textos del Lazarillo con la vida y las obras latinas de Vives.