Un preludio de sorderas constituye una sucesión de cuentos cortos, minihistorias que desafían los grandes problemas de nuestra época. Las locuras de nuestros tiempos, la corrupción, la inhabilidad de los políticos, las fronteras del amor, los resquicios de las religiones y sus interpretaciones devastadoras, las deficiencias de la educación, la maquinación de la realidad y la irrupción de las preguntas en cascada que nos enseñan que al final de los tiempos siempre nos quedarán las utopías. Es un juego de ironías, es un entramado de dispositivos lingüísticos que nos hace reír al cabo que leemos la profunda banalidad en que se moviliza la humanidad. No todo es horror, una esperanza resurge, todo está en los lenguajes nada por fuera, por tanto, todo está en los seres humanos.