Los salmos acompañan a Anselm Grün en su camino espiritual desde hace más de cuarenta años. Estas plegarias del Antiguo Testamento son de una fuerza verbal única. En ellas se abordan de manera explícita los sentimientos fundamentales de la vida cotidiana -alegría, tristeza, amor, miedo... - y hoy en día son tan actuales como lo han sido a lo largo de más de 2.000 años. En el presente libro, Anselm Grün escoge más de cuarenta salmos que han llegado a ser importantes para su vida. El monje benedictino nos lleva con él de peregrinación. En este libro se logra encontrar la clave, el ritmo y la poesía de los textos y en su compañía revivimos la oración litúrgica de milenios en la vida de hoy.
- Cover
- Title page
- Copyright page
- Contenido
- Introducción
- Salmo 1: Dichoso el que se alegra en la ley del Señor
- Salmo 4: ¡Oh Dios, mi salvador!
- Salmo 8: ¡Qué grande es tu nombre en toda la tierra!
- Salmo 19: Los cielos proclaman la grandeza de Dios
- Salmo 22: Dios mío, no te quedes lejos
- Salmo 23: Nada me falta
- Salmo 24: Del Señor es la tierra y cuanto la llena
- Salmo 25: Dios mío, en ti confío
- Salmo 27: Tu rostro estoy buscando
- Salmo 30: Tú, Dios mío, me has curado
- Salmo 31: En ti me refugio
- Salmo 34: Su alabanza está siempre en mi boca
- Salmo 36: En tu luz vemos la luz
- Salmos 42 y 43: Envía, oh Dios, tu luz y tu verdad
- Salmo 47: La grandeza de Dios es inmensa
- Salmo 65: Tú, oh Dios, eres nuestra salvación
- Salmo 67: Haz brillar tu rostro sobre nosotros
- Salmo 72: Amén, amén
- Salmo 84: Mi alma te desea y te anhela
- Salmo 85: Concédenos tu salvación
- Salmo 88: ¿Por qué me ocultas tu rostro?
- Salmo 89: Firme está en los cielostu fidelidad
- Salmo 91: Sí, tú eres mi refugio
- Salmo 95: Venid, adorémosle
- Salmo 96: Pregonad su salvación día tras día
- Salmo 97: Alabadlo, él es santo
- Salmo 98: Sí, él hace maravillas
- Salmo 100: Su bondad perdura por siempre
- Salmo 103: No olvides el bien que él te ha hecho
- Salmo 104: ¡Dios mío, qué grande eres!
- Salmo 107: Eterna es su bondad
- Salmo 113: ¡Alabad su nombre!
- Salmo 118: Su amor es eterno y me da anchura
- Salmo 121: Él te protege
- Salmo 126: Creíamos estar soñando
- Salmo 130: ¡Escucha mi voz!
- Salmo 139: Tu diestra me sostiene
- Salmo 143: Extiendo mis manos hacia ti
- Salmo 145: Cantaré tus maravillas
- Salmo 146: Alabaré al Señor mientras viva
- Salmo 150: ¡Aleluya!