Que España se haya convertido en una democracia sexual adelantada a escala planetaria no es nada evidente: las victorias de los sujetos LGBT+ de derecho bien podrían servir de lavado rosa a la crisis global que afecta a España desde el 2008. El libro propone una contrahistoria que desnaturalice el lazo entre constitucionalismo de 1978, clases medias consumidoras y reconocimiento LGBT+ para reencontrar a lxs excluidxs de la modernidad posfranquista en clave histórica. Reacixs al lugar que les asignaba la democracia de las clases medias construyendo sus comunes en la «transición», en 1980 lxs humanimales y las Pilinguis –los fantasmas queer de la democracia española– veían en el orden constitucional una «barbarie institucionalizada», contra la que emprendieron intensas luchas culturales. De la interpretación de su derrota y muerte ante la biopolítica transicional pueden salir «ruinas emergentes», chispas para encender otros futuros: no sólo rompen con la narrativa más sólida del imaginario moderno del tiempo presente, sino que apelan a pensar en tiempo futuro el devenir posmesocrático, poshumano y poscolonial de los comunes democráticos en territorio europeo.