Comienza el año 1969. En la sede de la ONU, se acaba de establecer la fecha límite para que el Reino Unido abandone Gibraltar. En previsión de un eventual incumplimiento de la Resolución 2.429, Franco dicta a Carrero Blanco, su vicepresidente, la orden más delicada de las últimas tres décadas: preparar la invasión armada de la colonia británica. Una de las primeras medidas que toma el Seced (los servicios secretos españoles) es infiltrar en Gibraltar a la cordobesa Isabel Vioque.