Estados Unidos ya no es un país, sino una marca. Las empresas multinacionales han conseguido imponerse en un sistema legal que ya sólo existe para facilitar sus operaciones. Desde esta posición de dominio absoluto, las corporaciones se han lanzado al proyecto no sólo de controlar el poder y el dinero, sino las mentes de todos. A través de una publicidad que ya no vende productos, sino estilos de vida, y que se reproduce en todos los rincones de nuestra existencia, las multinacionales pretenden ocupar nuestro espacio mental hasta el punto de que ya no tengamos capacidad de decisión autónoma. Kalle Lasn, fundador de la revista Adbusters, ha iniciado una cruzada para denunciar la contaminación de nuestro espacio mental utilizando el sabotaje cultural, la contrapublicidad y la manipulación de memes. Un libro imprescindible para conocer los orígenes del grupo contrapublicitario más importante e influyente del mundo.