Mandrágora señala una cesura en la producción lírica del poeta mallorquín.
Publicada inicialmente en 1980 y galardonada con el Premio de la Crítica Serra d’Or y el Premio Nacional de la Crítica, Mandrágora (Mandràgola) señala una cesura en la producción lírica del poeta mallorquín. Es un espíritu versátil el que plasma estos poemas en formas distintas, pasando del soneto a la prosa poética y moviéndose entre lo tétrico y lo juglaresco. El lector se adentra así, de la mano de Llompart, en un mundo fantasmagórico que se tambalea al borde de la tragedia, acompañado por una mueca irónica que aparece y desaparece, como por arte de magia, de los labios del poeta.
Josep Maria Llompart de la Peña (Palma de Mallorca, 1925-1993) fue un ensayista, traductor y poeta que influyó grandemente sobre el curso de las letras catalanas durante la segunda mitad del siglo XX. El despliegue de una intensa actividad cultural y cívica dedicada al cultivo, la defensa y la difusión de la lengua y la cultura catalanas lo entronizó como una figura emblemática cuya voz sobrevuela el paso del tiempo. La aventura lírica llompartiana parte de la ruptura con la tradición poética de la Escola Mallorquina y toma como modelo la Generación del 27. Tras una etapa inicial focalizada en el cultivo del «realismo social», Llompart se adentra en la búsqueda de una expresión poética personal basada en la experimentación vanguardista y la reinterpretación de formas tradicionales como el soneto y la canción. Su obra es el reflejo de la construcción de un universo poético propio donde el Amor y la Muerte, el Principio y el Fin, marcan y condicionan el goce vital del ser humano.