Pepita Jiménez Carreras logra, en este libro lleno de sensibilidad y de conocimiento, que las mujeres del Antiguo Testamento pasen del segundo plano en el que muchos las tenían relegadas a otro plano, de protagonismo absoluto, que era obligado que se les reasignara.
No es tarea fácil reescribir algunos de los relatos de la Biblia; ni mucho menos hacerlo desde una óptica de mujer; ni lograrlo, además, sin dejar de sorprender y de admirar al lector. Tampoco puede ser sencillo bordear, sin caer adentro, lo que ha sido definido como crítica feminista o como perspectiva de género, cuando el empeño es hacer un libro acerca de las mujeres, según declara éste desde su título. Pero lo cierto es que estas Hijas de la Lunaconsiguen lo primero y trascienden las categorías segundas. Su indagación es libre y personal; no es rutina de escuela. La vía que abre hacia la Luna es, en esencia, la de la autora, aunque puede acabar siendo la de muchos.