Este libro ofrece una nueva mirada sobre las catalogadas como primeras actuaciones internacionales del nacionalismo español tras la pérdida de las posesiones continentales americanas, intervenciones que secularmente han sido interpretadas como románticas, quijotescas o meras calaveradas. Una sólida investigación que derrumba esta serie de tópicos a partir del estudio y desvelamiento de los objetivos y horizontes exteriores que construyeron un hito decisivo en el controvertido proceso de nacionalización decimonónico, cuyo escudrinamiento también ha permitido desentrañar los perfiles concretos de los vínculos anudados entre los diferentes Ejecutivos isabelinos y la Francia de Napoleón III. Son aspectos prácticamente inéditos de nuestro pasado que se abordan en clave comparada con una propuesta metodológica incardinada en los parámetros de la historia transnacional.