El amante de Lady Chatterley, publicada en 1928, causó un gran escándalo en su época y fue prohibida porque en ella se describen relaciones sexuales de manera explícita; el alegato de defensa del abogado de la editorial a favor de su publicación todavía se estudia a día de hoy en algunas universidades inglesas. La novela narra la vida de Constanza, casada con un hombre de clase alta parapléjico por su participación en la guerra. Esta circusntancia y que no sea especialmente cariñoso con su mujer, lleva a Constanza a entablar un romance con Oliver Mellors, un hombre de la clase obrera a quien, sin embargo, el autor describe como una persona con gustos literarios refinados, un agudo observador que se mueve entre los estratos obreros que emplean el dialecto para comunicarse y el mundo de las elites, al que no pertenece pero que conoce por haber pasado por el ejército. El amante de Lady Chatterley es además un contraste entre lo que se denomina la “Vieja Inglaterra” (rural, bucólica y pastoril) y la “Nueva Inglaterra” (industrializada y en la que los castillos y los campos arrasados dan paso a pueblos mineros de baja calidad estética).