El mendigo y la calle de Madrid son un solo cuerpo arquitectónico: se avienen como dos ideas necesarias. La calle sin él —escribe Alfonso Reyes— fuera como un rostro sin nariz. Esta obra recoge una colección de impresiones, crónicas y viajes del autor que van de los “primeros prejuicios de la retina” a interpretaciones sobre la historia y el alma del pueblo español. Escritas en forma de instantáneas que capturan rasgos de interés o momentos característicos de la vida peninsular, y con el humor que lo caracteriza, en estas páginas Alfonso Reyes da cuenta, por ejemplo, de cómo “el paseante de los barrios bajos tropieza con una teoría de deformes. Comienza por contemplar, a lo Velázquez, un monstruo, dos monstruos, tres. Ve pasar enanos, hombres con brazos diminutos o con piernas abstractas, caras que recuerdan pajarracos y pupilas color de nube. Al cabo, la frecuencia de la impresión se dilata en estado de ánimo. Ya no cree haber visto monstruos, sino una vida monstruosa”. En este libro se atraviesan, además, imágenes de Burdeos e Italia, desde donde Reyes sigue contemplando España. Sobre algunos textos comprendidos en esta obra, el escritor y periodista Carlos González Peña escribió: “Visión pintoresca de Madrid que nos sabe a Goya”. A la totalidad de Las vísperas de España podría otorgársele un juicio similar.