La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca (título original en inglés: The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark), o simplemente Hamlet, es la pieza más larga de Shakespeare y una de las más influyentes de la literatura inglesa. Estrenada alrededor del año 1600, constituye la versión de un drama que llegó al escritor una década antes de escribirla, que según se dice descubrió gracias a las Histories Tragiques de François de Belleforest. La fuerza dramática que le imprime William Shakespeare la ha hecho una obra inmortal, donde aborda temas como el deseo de la venganza, la locura, la muerte, el incesto, el sexo y la lealtad, que de por sí han generado toda una serie de discusiones a lo largo de los siglos y encendido las pasiones humanas en general. Frente al teatro clásico, que se centraba en los acontecimientos más que en los personajes, Shakespeare nos presenta a un joven atribulado por sus dudas existenciales acerca de la venganza, la muerte y el amor, y con una clara crisis psicológica y existencial que capta totalmente la atención del espectador, por encima de la trama. No en balde cualquier actor sueña con interpretar un personaje tan complejo y rico como Hamlet.