Este libro analiza la poesía en prosa de José Antonio Ramos Sucre (1890-1930) desde el concepto de heroísmo sustentado la Ilíada. Los ecos de la literatura europea en La torre de Timón (1925), Las formas del fuego (1929) y El cielo de esmalte (1929) permiten establecer una cartografía ramosucreana desplegada sobre un soporte metafórico: los tres estadios en el camino de la vida expuestos por Sören Kierkegaard –estético, ético y religioso–. Si se atiende al sujeto ramosucreano, dichas etapas pueden contemplarse de modo progresivo y simultáneo: el artista –sujeto poético y especie de representación de su creador– concita las figuras del combatiente y el asceta, pero al mismo tiempo se inclina por los héroes de marcada juventud en su etapa inicial. Mediante la imagen simbólica del buitre –presente en la escritura de Ramos Sucre y Homero–, se profundiza en aspectos como el talante observador del aedo, la actitud bélica de los personajes o la capacidad regeneradora del poeta.