Entre voces y un profundo silencio posee una voz lírico-poética potente, que nace desde la experiencia visceral del amor y el desamor de un hombre hacia una joven mucho menor que él. Separados por kilómetros de distancia, reprimidos por la educación clasista de sus familias, y condenados a verse y escucharse solo en las noches y tras la pantalla de un celular. El micro cuento intenta situar al lector en el contexto que el autor ha elegido para recitar sus versos. El lago de lo incierto recoge metáforas, todas referidas a la profundidad, confusión y extrañamiento que causan los sentimientos en busca de un amor supremamente libre, puro e intenso, que consiga romper las barreras de lo moral y lo supuestamente “correcto”. Las voces hacen referencia a la sociedad y a la idiosincrasia moral, que tan pronto se entere de que un hombre está sufriendo por amor no dudará en ponerlo en evidencia y juzgarlo ante lo demás. De allí, ese profundo silencio: “Te amo, y ya no puedo contenerlo”. Es la dualidad que vive el autor ante un amor distante, no correspondido y casi olvidado.