Jaime Sabines era de esos escritores convencidos (aunque es suya la frase ) de que la poesía es emoción y de que el poeta, desde la autenticidad poética siempre, tiene el deber de transmitir esas emociones. : hay que enfrentarse a lo que ofrece la vida y a lo que nos quita la muerte sin que el verso pierda el asombro virginal al hablar de estos temas poéticos. Sin duda, en sus más de treinta años de escritura nos ha enseñado a través de las palabras que, donde hay vida, hay poesía.
Nacido en el estado de Chiapas, en el sureste de México en 1926, y fallecido en el último año del siglo XX en Ciudad de México, Jaime Sabines nos ha dejado un legado literario que en pocos lectores de poesía en habla hispana han podido descubrir. Sus libros no traspasaron en muchas ocasiones las fronteras mexicanas, a pesar de que, como ha dicho José Emilio Pacheco es uno de los escasos poetas mexicanos que verdaderamente han hecho una obra, y que, sin duda, muchas de sus composiciones están entre las mejores de la lengua española .
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- Índice
- Presentación
- Horal (1950)
- Horal
- Lento, amargo animal
- Entresuelo
- Miss X
- Los amorosos
- La señal (1951)
- En la sombra estaban sus ojos
- La cojita está embarazada
- Los he visto en el cine
- Tía Chofi
- Sigue la muerte
- Adán y eva (1952)
- Estábamos en el paraíso
- Ayer estuve observando a los animales
- ¿Qué es el canto de los pájaros…?
- Bajo mis manos crece, dulce, todas las noches
- Tarumba (1956)
- Tarumba
- A la casa del día
- Ay, Tarumba
- La mujer gorda
- Oigo palomas en el tejado del vecino
- ¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla…?
- La primera lluvia del año
- Amanece la sangre
- Duérmete, mi niño
- Diario semanario y poemas en prosa (1961)
- La tarde del domingo
- Te quiero a las diez de la mañana
- ¿Es que hacemos las cosas sólo para recordarlas?
- Si hubiera de morir
- ¿En qué callejón
- En el estadio de la ciudad
- A medianoche
- Hay un modo de que me hagas completamente feliz
- Con la flor del domingo
- Poemas sueltos (1951-1961)
- Tu cuerpo está a mi lado
- No es que muera de amor
- No es nada de tu cuerpo
- Yuria (1967)
- Cuba 65
- Espero curarme de ti
- ¡Qué costumbre tan salvaje…!
- Cuando tengas ganas de morirte
- Te quiero porque tienes las partes
- El mediodía en la calle
- Esta mañana imaginé mi muerte
- Pétalos quemados
- Cuando estuve en el mar
- Me dueles
- Canonicemos a las putas
- Maltiempo (1972)
- Doña Luz
- Acabo de desenterrar a mi madre
- Estoy cansado
- Lloverás en el tiempo de lluvia
- Todo esto es un cuento
- Tlatelolco 68
- Habría que lavar no sólo el piso
- Como pájaros perdidos
- Como ahora no hay maestros ni alumnos
- Cada amanecer doy las gracias
- Debí haberte encontrado
- He repartido
- Algo sobre la muerte del mayor sabines (1973)
- Primera parte
- Déjame reposar
- Siete caídas sufrió el elote de mi mano
- De las nueve de la noche en adelante
- Morir es retirarse, hacerse a un lado
- ¿Será posible que abras los ojos…?
- Me acostumbré a guardarte, a llevarte lo mismo
- Segunda parte
- Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos
- Sigue el mundo su paso, rueda el tiempo
- Mi madre sola, en su vejez hundida
- Otros poemas sueltos (1973-1994)
- El peatón
- La luna
- Tu nombre
- Sísifo
- ¿Nocturno?
- Todo me lo has dado, Señor
- Estoy metido en la política
- Me encanta Dios