Nueve años han pasado de la separación de aquel grupo de salvadores del “Mesías” en los que, sin duda, lo más significativo acontecido ha sido el mayor desastre de la historia de la humanidad desde la extinción de los dinosaurios, o el supuesto diluvio universal. La llegada de un meteorito apocalíptico como preludio a una nueva Era de cambios.
Saúl ha atravesado ya la adolescencia y se adentra en una etapa difícil y peligrosa, en la que decidir su futuro puede importar a otras personas más de lo que él desearía. Pronto descubre que sus inquietudes, aptitudes, y crisis de creatividad y genio, provocan que vuelvan hacia él unas miradas peligrosas que creía ya superadas.
El grupo retorna con su viejo líder Abdúl en ayuda de un joven y difícil Saúl. Aunque el enemigo parecía dormido, despierta poco a poco ante la notoriedad de un cada vez más brillante Saúl.
“Alabad a Dios porque ha llegado mi hora…, la hora en la que el hijo del hombre implante su Reino aquí en la Tierra.”
J.C. 29 d.C.