Leer a Rafael Pérez Estrada es dejarse deslumbrar por el resplandor de su escritura, la única escritura solar que existe hoy en nuestra lengua. Es más: creo que desde el asesinato de García Lorca, la poesía española no había dado otro poeta solar hasta la aparición de Pérez Estrada. [?] Rafael Pérez Estrada es el gran transgresor de nuestras letras. Su personal utilización (o destrucción) de los géneros tradicionales en textos que son poesía, relato, obra dramática y aforismo nos ofrecen una visión distinta de la realidad, una visión que la transforma, la enriquece, la trasciende y nos permite contemplar lo que hasta este momento resultaba invisible y desconocido para nosotros. Y todo ello sucede en un instante, en un momento mágico, al que nos da acceso una especie de estallido de luz, de malabarismo verbal que nos arrastra a un ámbito hecho de imaginación pura. ¿Poeta, narrador, autor de teatro, novelista, pintor? ¿Qué clase de escritor es un autor de una novela que apenas llega a una página, pero que cuenta todo, absolutamente todo lo que tiene que contar? ¿Qué clase de poeta es el autor de versos cuya lectura nos sienta en un teatro para asistir a la escenificación de un sueño?, ¿qué clase de narrador es un escritor que empieza escribiendo un relato corto que acaba siendo una composición plástica? ¿Qué cultura académica, qué registrador de estilos y escuelas literarias pueden invitar a su festín de etiquetas a un escritor de semejante índole?