Cuando regresó a la ciudad, Hannah Morgan ya no era la jovencita insulsa de antaño, ahora era la sofisticada doctora Morgan. Pero un solo beso de Dev Hart la hizo volver a la adolescencia de golpe. ¡Quizás se hubiera dado cuenta por fin de que era una mujer hecha y derecha!
Hannah le cortaba la respiración. Con esa combinación de inteligencia y sofisticación resucitó el deseo que había sentido por ella hacía tantos años y que tanto se había esforzado en negar. Lo único que necesitaba era alguien que cuidara de su hijo, no necesitaba una mujer que provocara en él todos aquellos sentimientos, pero Hannah jamás se conformaría con menos, ella lo quería todo de él...