Caricias y diamantes
Susan Stephens
Si el hielo se encuentra con el fuego...
La hermosa Leila, la menor de las famosas hermanas Skavanga, se había ganado la fama de ser el diamante intacto de Skavanga, y estaba cansada de serlo. Había llegado el momento de empezar a vivir la vida y ¿quién podía enseñarle mejor a vivirla que Rafa León, ese atractivo español?
¡Rafa no tenía inconveniente en mezclar el trabajo y el placer! Intrigado por su timidez y pureza, y tentado por su petición, se ocuparía de que Leila disfrutara de todo lo que podía ofrecerle la vida. Sin embargo, cuando la fachada gélida de ella dejó paso a una pasión desenfrenada, él se dio cuenta de que jugar con fuego tiene consecuencias.
Objeto de seducción
Sharon Kedrick
No podía rechazar aquel regalo de Navidad…
Niccolò da Conti tenía todo lo que un hombre podía desear. Sin embargo, al volver a ver a la sugerente Alannah Collins sintió que se despertaba de nuevo su vena más posesiva. Decidió contratarla, seducirla y tacharla de su listado de deseos de una vez por todas.
Alannah conocía el peligro de trabajar demasiado íntimamente con el sensual siciliano, pero habría sido una necia si hubiera rechazado la ayuda que él le brindaba para lanzar su propio negocio. Niccolò trataba implacablemente de seducirla. ¿Podría impedir que él descubriera la verdad que llevaba tanto tiempo esforzándose por ocultar?
A las órdenes del griego
Lynne Graham
"Yo siempre consigo lo que quiero… y te quiero a ti".
Ganar millones y acostarse con mujeres hermosas no podía hacer que Bastien Zikos olvidase el lustroso pelo negro y los desafiantes ojos azul zafiro de Delilah Moore.
De modo que estaba dispuesto a hacer lo que tuviese que hacer para conseguir que la única mujer que lo había rechazado volviese con él. Si Delilah quería salvar la fallida empresa de su padre, debería acceder a sus demandas: ser su amante, ponerse sus diamantes y esperarlo en la cama.
Pero ¿qué haría el exigente magnate cuando descubriese que su rebelde amante era virgen?
Votos de venganza
Dani Collins
La venganza nunca había sido tan dulce…
Melodie Parnell era tranquila y contenida, pero siempre había querido sentir una pasión incontrolable. Y creía haberla encontrado en la cama del atractivo Roman Killian, pero, después de haber hecho el amor con él, había tenido que volver bruscamente a la realidad al enterarse de que sus verdaderos planes habían sido… ¡destrozarle la vida!
Roman no había planeado sentir la necesidad de calmar el anhelo que había en los ojos azules de Melodie. Convencido de que esta había sido enviada por su enemigo, había pretendido castigarla. Pero ella era inocente y tenía que cambiar de plan. ¿Sería posible que sus votos de venganza se convirtiesen en votos de matrimonio?