Una vez no es suficiente
Un hombre tan atractivo debería estar prohibido.
¿Podían atraerse dos seres opuestos? Aunque había conseguido con esfuerzo ser un rudo magnate, Lorenzo Hall tenía un origen humilde, y ahora su salvaje rebeldía obedecía a una causa: se moría por averiguar si su nueva ayudante, Sophy Braithwaite, era realmente tan casta y pura como parecía.
Por supuesto, para Sophy su apasionado jefe debería estar fuera de su alcance, pero era evidente que el sugerente cuerpo de Lorenzo y el peligroso brillo de su mirada iban a tentarla hasta el límite para que rompiera todas las normas.
La noche de Cenicienta
¡Había sido una aventura de una noche!
El empresario Adam Langford siempre conseguía lo que quería. Y quería a la rubia con la que había compartido su cama un año antes y que después desapareció. Ahora un escándalo de la prensa del corazón devolvía a Melanie Costello a su vida… como su nueva relaciones públicas, aunque el auténtico titular sería que saliera a la luz su ardiente secreto.
Mejorar la imagen rebelde de Adam era todo un reto y, mientras lo lograba, ¿cómo iba Melanie a ocultar la química que había entre ellos? ¿Sería capaz de arriesgarlo todo por el único hombre al que era incapaz de resistirse?
Perdiendo el control
"Trabajarás para mí"
Para Cole Hunter, magnate de los medios de comunicación, hacerse cargo de los problemas era algo natural. Y eso incluía tratar con Taryn Quinn, una obstinada productora de televisión. Aunque a Cole no le gustaba su idea para un programa de viajes, Taryn lo intrigaba, y decidió acompañarla a una remota isla del Pacífico para buscar localizaciones.
Rápidamente ella hizo que Cole se olvidara de todo… excepto de hacer el amor con ella a la luz de la luna. Sin embargo, ¿se arriesgaría a perder todo por lo que había luchado por mantener a Taryn en su vida?
Tres hijos y una atractiva tutora legal…
Connor King era un exitoso hombre de negocios, un millonario taciturno y… ¿padre? Cuando descubrió que era padre de trillizos se sintió traicionado y decidió conseguir la custodia de sus hijos, aunque ello significara enfrentarse a su atractiva tutora legal, Dina Cortez.
Dina había jurado proteger a Sage, Sam y Sadie. Pero ¿quién la protegería a ella de los sentimientos que el perturbador y arrogante señor King le provocaba? Una vez se mudara a vivir con los niños a la mansión de Connor, ¿cómo podría ignorar que su cama estaba a apenas un latido de distancia?