Algo en aquella mujer gritaba ¡sexo, sexo, sexo!
La seductora tienda de lencería de Eve Cantoro estaba causando un tremendo revuelo en el pueblo. Pero, a pesar de los chismorreos, las insinuantes prendas desaparecían de las estanterías... incluso algunas habían sido robadas. Después del segundo robo, Eve decidió tomar cartas en el asunto y llamó a la policía. Y apareció un tipo increíble.
Carter Morgan no tenía la menor idea de lencería, pero con sólo echar un vistazo a la sexy propietaria del local, estuvo dispuesto a aprender todo lo que hiciera falta. Y a investigar. Aunque en realidad era él el que tenía un secreto, sólo esperaba que no se interpusiera entre ellos dos. Pero lo cierto era que no podía estar con ella.