Jamás habría creído que sería tan apasionante cumplir un castigo...
El cowboy Vance Ryder estaba libre y sin compromiso, de hecho ni siquiera había ninguna ocupante en su corazón... hasta que le gastó aquella broma a la bella Miranda Jackson, una policía novata. Miranda no se lo pensó dos veces y le puso una multa por su estupidez, sin embargo la última palabra la tenía el jefe de policía, que les impuso a ambos un castigo que consistía en pasar una semana el uno en compañía del otro. Miranda se negaba a sentirse atraída por el juerguista de Vance... pero no pasaría mucho tiempo antes de que tuviera que detenerlo por ladrón... le había robado el corazón.