El heredero de McDaniel Manufacturing, Chase McDaniel, lo tenía todo planeado: se abriría paso en la empresa familiar y, con el tiempo, sería el presidente. Pero no contaba con que su abuelo, a punto de jubilarse, le ordenaría tomarse un año sabático para descubrir lo que realmente quería en la vida.
Chase sabía que lo que no quería era que la guapa e inteligente Miranda Craig le robara el trabajo.
El sueño de Miranda era dirigir una empresa y no tenía intención de perder esa oportunidad, aunque Chase fuera el hombre más sexy que jamás había conocido. ¿O quizá sí?