La trayectoria intelectual de Antonio Hernández (Arcos de la Frontera, 1943) es dilatada y profundamente versátil. Periodista profuso (ha publicado más de dos mil artículos de opinión en la prensa de ámbito nacional); comprometido crítico literario en volúmenes como La poética del 50, una promoción desheredada o Picasso y Apollinaire, los mercaderes de aleluya; y narrador de intensa raigambre andaluza y de alta temperatura meditativa en novelas como Nana para dormir francesas, Sangrefría, Raigosa ha muerto, ¡viva el rey!; son, sin embargo, la mirada poética, el pulso y el ritmo de la metáfora extensa y el respeto casi sagrado por las palabras, los que vertebran la totalidad de su obra. Desde la publicación de su primer libro de poemas, El mar es una tarde con campanas (1965), hasta A palo seco (2007), son ya quince las obras que Antonio Hernández ha publicado y que se recogen en los dos volúmenes de Insur gencias. Por vez primera, el lector podrá abordar la integridad de la obra poética de Hernández, seguir el hilo del desarrollo y la metamorfosis del conjunto de su poesía, al mismo tiempo siempre fiel a su intransferible personalidad poética. La crítica suele situar la poesía de Hernández como parte del grupo del 60, una generación heterogénea considerada como bisagra entre los poetas del 50 y los novísimos, y a la que los teóricos no han conseguido otorgar un espacio suficientemente definido. Sin embargo, más allá de las categorías críticas de corte historiográfico, la voz de Antonio Hernán dez ha encontrado su propio y definido espacio en la diversidad del panorama poético contemporáneo. El espacio de una voz tanto indagativa como lírica, asentada en un profundo conocimiento de las formas y los ritmos, arriesgada tanto en su pulsión existencial como ética y en su valoración constante de la vibración moral y estética del lenguaje. La obra de Antonio Hernández ha sido reconocida con un importante número de prestigiosos premios: Premio Nacional de la Crítica de Poesía, Premio Andalucía de Novela, Gran Premio del Centenario del Círculo de Bellas Artes, Premios Rafael Alberti, Gil de Biedma, Miguel Hernán dez o Tiflos de poesía entre otros. De la misma manera, su temperamento de intelectual comprometido con la cultura de su época le ha llevado a ser jurado permanente de diversos premios tanto de poesía como de narrativa, así como Presidente de Honor de la Asociación Andaluza de Críticos y Escritores y miembro de las directivas de cedro y de la ace. La totalidad de su trayectoria ha sido reconocida con el Premio de la Asociación «Críticos del Sur» (reunidos anualmente en Almería) y el Premio Ciudadano que otorga la Asociación de Entidades de Radio y Televisión Digital.