En esta novela, las interacciones hombres y mujeres son manejadas desde un punto de vista humanista que sorprende gratamente al lector: así hay reflexiones sobre una relación de amor o de sólo sexo, expresadas desde la orilla del hombre o desde la orilla de la mujer, pero en la que ambos están ante el mismo río del amor, la vida y la muerte.
Irrumpen en esta obra personajes con doble personalidad, abogados con mente de asesinos, matrimonios por apariencia social donde prima la conveniente estabilidad sin necesidad de sexo conyugal y que a los lectores les permite comprender escenas de su propia realidad. O personajes que se descubren y complementan su "ciclo vital amoroso: poseerse, amarse en libertad y dejarse luego".