En el libro se ha asumido el propósito de propender porque sus lectores y estudiosos adopten una posición de conservación y defensa de la lengua como patrimonio de los pueblos y de las culturas; por esta razón, se dirige principalmente a los educadores de las distintas latitudes latinoamericanas, ya que ellos son los formadores de las futuras generaciones, en cuyas manos recaerá la mayor responsabilidad de evitar la desintegración de los pueblos que hoy navegan en un mar de incertidumbres ante la avalancha despiadada de los nuevos vientos que hoy rugen en Latinoamérica.