Este libro trata de la parte menos conocida del cine: la postproducción.
Se tiende a pensar que lo decisivo de una película es el rodaje, y lo que ocurre después es ignorado, a veces, incluso por los propios trabajadores que han participado en ella. Muchos creen que la postproducción es una fase más bien mecánica, en la que tan solo se puede aspirar a arreglar los errores anteriores. Nada más lejos de la realidad, pues es una parte fundamental del camino de un filme, tan creativa como lo permitan el tiempo y el talento. Y a estos prejuicios se añade una gran confusión sobre las diferentes tecnologías cinematográficas, que se mezclan en una especie de mundo cibernético oscuro e impenetrable.
En estas páginas se desmitifican estos procesos, y se describen minuciosamente todos los pasos desde el montaje de imagen hasta las especialidades de sonido y las últimas operaciones en el laboratorio.
Su autor, Antonio Lara, es un montador que derrocha entusiasmo por su profesión. Nos cuenta de forma sencilla y amena en qué consiste su labor, y la de todas las personas involucradas a partir del instante en que se dice “corten”, hasta el estreno, tanto en su vertiente puramente técnica como artística.