No es Claribel Alegría (Esteli, Nicaragua, 1924) una poeta exuberante en dones verbales ni en amalgamas metafóricas. Su conceptismo es motivado por su temperamento visual, que irrumpe equilibrando el juego del tacto, el hechizo del oído, o la embriaguez del olfato. Poeta de una escritura singular que se caracteriza por su estilo directo, su falta de adjetivaciones inútiles, su capacidad de síntesis y su tono conversacional. Como señala Gioconda Belli: «La poesía de Claribel no es una poesía confesional de manifiesto o de rasgarse las vestiduras. La intimidad y profundidad de su voz es un prodigio de precisión, de sencillez. Lo que dice lo dice sin anuncios de trompeta, sin artificios. He ahí donde reside la perfección magistral de su poesía».
En esta colección Claribel Alegría ha publicado: «Suma y sigue», «Umbrales», «Saudade» y «Soltando amarras».