La imaginación tiene su historia, su genealogía.
Lejos de ser un fenómeno aleatorio, la imaginación sigue una trayectoria evolutiva marcada por leyes culturales que se rigen por una autonomía relativa. Ocurre con la imaginación lo mismo que con los fenómenos físicos fundamentales y es que, observados de forma particular, parecen partículas de un gran caos, pero, observados a gran escala, muestran una dinámica propia, en este caso de carácter estético. Este libro cuenta un capítulo de la genealogía de la imaginación, el de la imaginación literaria, cuya trayectoria ha ido paralela a la de la historia cultural y la de las grandes revoluciones sociales, las revoluciones de la desigualdad y de la igualdad. Un paralelismo que no se contradice, como demuestra este libro, con la especificidad de las leyes que han regulado ese extraordinario proceso.