En 1283, con apenas 12 años, la infanta Isabel de Aragón contrae matrimonio con Dionís I, rey de Portugal.Hombre culto y seductor, pero también violento y mujeriego, Dionís será una fuente de sufrimiento para Isabel desde su llegada Portugal.
Le dio dos hijos y crió a los bastardos del rey como si fuesen suyos, solo para ver que los favores y la protección del rey estaban destinados a su bastardo Alfonso Sánchez.
Su intercesión fue decisiva para lograr la paz después de la guerra civil encabezada por Alfonso, su primogénito, y Alfonso Sánchez, el bastardo.
Fue canonizada tres siglos después, cuando al abrir su tumba en el monasterio de las clarisas de Coimbra, su cuerpo incorrupto exhaló aromas de sándalo y de rosas.