Nueva York, 1925. Por primera vez, Philo Vance logra convencer a su amigo Markham, fiscal de distrito, de que lo deje participar en la investigación del asesinato de un prominente vecino de la ciudad.
Alvin Benson es un hombre de la Bolsa y ha sumado correrías como para que se le considere un playboy. Es tan detestado en todos los círculos que frecuenta que la pregunta a formularse es más bien quién no tenía motivos para acabar con su vida.
Desde el comienzo, Vance muestra un gran desprecio por los métodos de investigación de la policía, incluido su amigo Markham. Basarse en pruebas físicas y evidencias circunstanciales le resulta de una torpeza insufrible y pernicioso para la investigación. La teoría de Vance es que la clave está en la psicología. Hay gente que está hecha para el asesinato y gente que no.
¿A quién puede pertenecer la personalidad que, además de acabar con la vida de Alvin Benson, ha despojado su cadáver del peluquín y la dentadura postiza con los que escondía su decadencia?