Leopoldo María Panero (Madrid, 1948), se ha ganado la etiquetra de poeta maldito de la poesía española del siglo XX. Desde que publicara su primera obra, Por el camino de Swan (1968) y dos años más tarde fuera incluido en la ya célebre antología Nueve novísimos poetas españoles, no ha dejado de escribir ni un solo momento. La acción de la escritura ha dado forma a una vida tormentosa, desde el hogar familiar hasta su retiro en Gran Canaria. Una vida que pasa por cárceles y manicomios, bares, pensiones y grupos de extrema izquierda, y que le ha convertido en una celebridad, un mito para toda una generación de poetas jóvenes. Entre su obra cabe destacar Así se fundó Carnaby Street (1970), En Teoría (1973), Narciso en el acorde último de las flautas (1979), Dioscuros (1982), Poemas del manicomio de Mondragón (1987) y Heroína y otros poemas (1992). Escribir como escupir es una torsión más en esa experiencia vital de la escritura. Es la toma de consciencia del acto escatológico de escribir, excretar, escupir... desollarse. La escritura se muestra aquí como un acto contaminado en sí mismo, ajeno a toda pureza. Su obra «no ha merecido ni un solo premio en una sociedad que se diría es la sociedad de los premios y los halagos, aunque sí que obtiene una y otra vez el reconocimiento de la lectura».