No había visto en su vida a Tula Barrons ni mucho menos se había acostado con ella. Sin embargo, Simon Bradley, un hombre multimillonario, aceptó que ella y su primo, un bebé que ella afirmaba que era de Simon, vivieran en su mansión hasta que tuviera pruebas de si él era el verdadero padre.
Pero al vivir con Tula bajo el mismo techo, Simon se enteró de algo inesperado: era la hija del hombre que había estado a punto de arruinarlo. La oportunidad era perfecta para vengarse. Seduciría a Tula y se quedaría con el niño al que ella tanto quería.