Una historia sobre la injusta expulsión de los judíos sefarditas y su vuelta a Israel.
Tuve suerte. Sí. Antes de un año de acabada la carrera, con el título en el bolsillo y además trabajando, me vinieron a buscar: «Eduardo, hay un trabajo muy especial para ti en Sudamérica, contratado por tres años. Te encaja: defender el tema de una patente que los norteamericanos quieren recuperar».
Allí, en Brasil, Uruguay y Argentina, me percaté de que, dentro de las muchas personas que tuve que tratar, los judíos eran los más duros y hábiles a la hora de negociar. Pero ¡cuidado!, estos eran extremadamente serios, correctos y cumplidores: una vez cerrado un trato ya era «trato cerrado», y eso se agradecía.
Esta experiencia, y lo que siempre he tenido como injusta expulsión, me condujeron a escribir sobre ello.
De Belén a Belén es una historia familiar, ficticia, aplicable a muchas otras de las expulsadas que se fueron a Sudamérica y que, con los años, los más jóvenes, ahora, desean para volver a instalarse en Israel, pasando previamente por Toledo, la antigua y primera capital de lo que hoy día ya es la España de la Península Ibérica, de donde injustamente, insisto, tuvieron que marchar.