Durante el convulso siglo XX, algunas maletas se perdieron. Otras llegaron a su destino.
Una noche de octubre del 2010, Matías Bran decide quitarse la vida. En la caja de la persiana de una de las habitaciones de su casa, guarda una maleta que perteneció a su abuelo y después a su padre. En su interior están las claves de una historia. Matías nunca ha abierto la maleta. Si esa noche muere, la historia se perderá para siempre.
Con una prosa limpia y una original estructura, casi cinematográfica, que combina diferentes momentos históricos con fotografías, citas y fragmentos de biografías de personajes reales y ficticios, Isabel Alba urde, en La verdadera historia de Matías Bran, un relato apasionante que busca rescatar la memoria en sus vertientes personal, familiar y colectiva y señalar el nexo incuestionable que las une. La historia individual de Matías, sus decisiones y las de quienes lo precedieron –una saga familiar que comienza en Hungría a finales del siglo XIX y finaliza en Madrid a primeros del siglo XXI–, se fusionan con la crónica de los movimientos colectivos en los que se vieron inmersos –las revoluciones que agitaron Europa durante el siglo XX–, sus logros, sus fracasos y sus repercusiones en nuestros tiempos.
Esta primera entrega de la saga, “El recinto Weiser”, se extiende desde 1898 hasta 1920 y se centra en la revolución húngara de 1919, los acontecimientos que la precedieron y los que la siguieron, contada desde sus protagonistas, un grupo de obreros insurrectos, mujeres y hombres, de una fábrica de municiones de la isla de Csepel, Budapest.