Este libro se propone resueltamente hacer pasar un buen rato a los lectores de clase seglares, y dar un mal rato a la clase de toreros, caso de que haya éstos alguno que sepa leer. Las voces del toreo tienen dos acepciones. Una la que se puede llama exacta. Ésta se halla en los libros seros del arte. Otra, figurada, que reconoce por causa los tranquillos, variantes y corruptelas de todo género que han introducido los toreros en todas las suertes.
Además en todos los diccionarios y vocabularios conocidos, falta una porción de palabras que tiene gran uso y es preciso que queden escritas en alguna parte.