Memorias

Memorias

  • Autor: Berlioz, Héctor
  • Editor: Akal
  • Colección: Biografías
  • ISBN: 9788446044291
  • eISBN Epub: 9788446044291
  • Lugar de publicación:  Madrid , España
  • Año de publicación: 2016
  • Año de publicación digital: 2018
  • Páginas: 576
Tras una vida sumamente complicada en lo profesional y más aún en lo personal, Hector Berlioz decidió lanzarse a la empresa autobiográfica como una necesidad de justificación ante los ataques sufridos por crítica y público parisinos, así como ante la ausencia de apoyo de las instituciones. El resultado es una obra escrita en un estilo sencillo, directo y alejado del recargamiento sentimental característico de las novelas de la época, en la que hace de la ironía un recurso de ataque eficaz, y del sentido del humor un medio para ganar la complicidad y empatía del lector. Las Memorias son, pues, el producto de la aventura literaria emprendida por un hombre romántico, para quien la música constituye el más alto grado de elevación del alma hacia la verdad. Para Berlioz, el arte está por encima de todo, de las personas y de los aplausos. Tan sólo hay una cosa que se sitúa a su misma altura: el amor. En efecto, el amor y la música constituyen los dos grandes temas de esta obra. La verdadera protagonista es, sin duda, la música, de tal modo que el fin artístico que se pretende alcanzar surge de la configuración literaria de datos musicales. En sus páginas aparecen orquestas, compositores, directores, virtuosos y cantantes que, como personajes, van urdiendo la trama autobiográfica del autor. Pero, de forma paralela, todo el libro es el cauce de una impresionante historia de amor romántico que no alcanza su desenlace hasta el punto final y gracias a la cual lo acerca a la apariencia de una novela. Este libro se erige, tan sólo un pequeño escalón por encima de Las tertulias de la orquesta, como la obra en prosa más sobresaliente sobre música y, sin duda, como el mejor libro escrito por músico alguno. Al contrario que otros compositores, Berlioz fue escritor por vocación. Como tal, siente la necesidad de expresarse con la pluma para defender su credo artístico y su propia concepción de la estética musical frente a los usos parisinos contra los que le tocó luchar a lo largo de toda su vida. El Berlioz escritor, más que convertirse en narrador de su vida, va a ser un cronista encargado de mostrar al mundo las desventuras de un artista en su afán por desenvolverse en una época y un lugar nada favorables al arte.
  • Portada
  • Portadilla
  • Contraportada
  • Legal
  • Prólogo
  • Introducción
  • Cronología
  • Prefacio
  • I. La Côte-Saint-André. Mi primera comunión. Primera experiencia musical
  • II. Mi padre. Mi educación literaria. Mi pasión por los viajes. Virgilio. Primera convulsión poética
  • III. Meylan. Mi tío. Los botines rosas. La hamadríade del Saint-Eynard. El amor en un corazón de doce años
  • IV. Primeras lecciones de música, recibidas de mi padre. Mis primeros intentos en composición. Estudios osteológicos. Mi aversión hacia la medicina. Partida a París
  • V. Un año de estudios de medicina. El profesor Amussat. Una representación en la Ópera. La biblioteca del Conservatorio. Inclinación inevitable hacia la música. Mi padre se niega a permitirme seguir esta carrera. Discusiones de familia.
  • VI. Lesueur me admite como alumno. La bondad de mi maestro. La Capilla Real6
  • VII. Mi primera ópera. El señor Andrieux. Mi primera misa. El señor Chateaubriand
  • VIII. Agustín de Pons. Me presta mil doscientos francos. Interpretación de mi misa por primera vez en la iglesia de Saint Roch. Una segunda vez en la iglesia de Saint Eustache. La prendo fuego
  • IX. Mi primera entrevista con Cherubini. Me expulsa de la biblioteca del Conservatorio
  • X. Mi padre retira mi asignación. Regreso a La Côte. Las ideas provincianas sobre el arte y los artistas. Desesperación. Los temores de mi padre. Consiente en dejarme regresar a París. Fanatismo de mi madre. Su maldición
  • XI. Regreso a París. Doy algunas clases. Asisto a las clases de Reicha en el Conservatorio. Mis cenas en el Pont Neuf. Mi padre vuelve a retirarme la pensión. Oposición inexorable. Humbert Ferrand. R. Kreutzer
  • XII. Concurso para una plaza de corista. Consigo el puesto. A. Charbonnel. Nuestro piso de estudiantes
  • XIII. Primeras composiciones para orquesta. Aprendizaje en la Ópera. Mis dos maestros, Lesueur y Reicha
  • XIV. El concurso del Instituto. Mi cantata es declarada inejecutable. Mi veneración hacia Gluck y Spontini. Irrupción de Rossini. Los diletantes. Mi cólera. El señor Ingres.
  • XV. Mis soirées en la ópera. Proselitismo. Escándalos. Escenas de entusiasmo. La sensibilidad de un matemático
  • XVI. Aparición de Weber en el Odeón. Castil-Blaze. Mozart. Lachnith. Los arreglistas. Despair and die!
  • XVII. Prejuicio contra las óperas italianas. Su influencia sobre la impresión que me causaron ciertas obras de Mozart
  • XVIII. Irrupción de Shakespeare. Miss Smithson. Amor mortal. Letargo moral. Mi primer concierto. Cómica oposición de Cherubini. Su derrota. Sapos y culebras
  • XIX. Concierto inútil. El director de orquesta que no sabe dirigir. Los coristas que no cantan
  • XX.La llegada de Beethoven al Conservatorio. Rencor y prejuicios de los maestros franceses. La impresión que produjo en Lesueur la Sinfonía en do menor. La persistencia de la oposición sistemática de este
  • XXI. Fatalidad. Comienzo mi carrera como crítico
  • XXII. El concurso de composición. El reglamento de la Academia de Bellas Artes. Obtengo el segundo premio
  • XXIII. El conserje del Instituto. Sus revelaciones
  • XXIV. Siempre miss Smithson. Un concierto benéfico. Crueles casualidades
  • XXV. Tercer concurso del Instituto. Declarado desierto. Una conversación curiosa con Boïeldieu. Música para relajarse.
  • XXVI. Primera lectura del Fausto de Goethe. Escribo mi Sinfonía fantástica Inútil tentativa de interpretación
  • XXVII. Compongo una fantasía sobre La tempestad de Shakespeare. Se interpreta en la Ópera
  • XXVIII. Una distracción violenta. F. H***. La señorita M***
  • XXIX. Cuarto concurso del Instituto. Gano el premio. La Revolución de Julio. La toma de Babilonia. La marsellesa. Rouget de Lisle
  • XXX. Entrega de premios en el Instituto. Los académicos. Mi cantata Sardanapale. Su interpretación. El incendio que no se encendió. Rabia. Consternación de madame Malibrán
  • XXXI. Doy mi segundo concierto. La Sinfonía fantástica. Liszt viene a verme. El comienzo de mi relación con él. Los críticos parisinos. Un comentario de Cherubini. Parto hacia Italia
  • VIAJE MUSICAL A ITALIA
  • XXXII. De Marsella a Livorno. Tormenta. De Livorno a Roma. La Academia de Francia en Roma
  • XXXIII. Los estudiantes de la Academia. Felix Mendelssohn
  • XXXIV. Drama. Abandono Roma. De Florencia a Niza. Regreso a Roma. Nadie muere
  • XXXV. Los teatros de Génova y Florencia. Capuletos y Montescos, de Bellini. Romeo interpretado por una mujer. La Vestale, de Pacini. Licinio interpretado por una mujer. El organista de Florencia. La festividad del Corpus Christi. Mi regreso a la Academia
  • XXXVI. La vida en la Academia. Mis correrías en los Abruzos. La basílica de San Pedro. Melancolía. Excursiones a las afueras de Roma. El Carnaval. La plaza Navona
  • XXXVII. Disparando en la montaña. Vuelta a la campiña romana. Evocaciones virgilianas. La Italia salvaje. Pesares. Bailes de taberna. Mi guitarra
  • XXXVIII. Subiaco. El convento de San Benito. Una serenata. Civitella. Mi escopeta. Mi amigo Crispino
  • XXXIX. La vida del músico en Roma. La música en la iglesia de San Pedro. La capilla Sixtina. Prejuicio sobre Palestrina. La música religiosa moderna en la iglesia de San Luis. Los teatros de ópera. Mozart y Vaccai. Los pifferari. Mis composiciones en Roma
  • XL. Tipos de esplín. El mal de aislamiento
  • XLI. Viaje a Nápoles. El soldado entusiasta. Excursión a Nisita. Los lazzaroni. Su invitación a cenar. Un latigazo. El teatro San Carlos. Regreso a pie a Roma a través de los Abruzos. Tívoli. Virgilio, una vez más
  • XLII. Influenza en Roma. Un nuevo sistema filosófico. De caza. Problemas en casa. Vuelvo a Francia
  • XLIII. Florencia. Escena fúnebre. La bella sposina. El florentino alegre. Lodi. Milán. El teatro de La Cannobiana. El público. Prejuicios sobre la vida musical de los italianos. Su incorregible tendencia a lo espectacular y vulgar. El regreso a Francia.
  • XLIV. La censura papal. Preparativos de conciertos. Regreso a París. El nuevo teatro inglés. Fétis. Sus correcciones a las sinfonías de Beethoven. Soy presentado a miss Smithson. Está en la ruina. Se fractura la pierna. Me caso con ella
  • XLV. Representación benéfica y concierto en el Teatro Italiano. El cuarto acto de Hamlet. Antony. Deserción de la orquesta. Me tomo la revancha. Visita de Paganini. Su viola. Composición de Harold en Italia. Fallos de Girard, el director de orquesta. Tomo la decisión de dirigir siempre mis obras. Una carta anónima
  • XLVI. El señor De Gasparin me encarga una misa de réquiem. Los directores de Bellas Artes. Sus opiniones sobre música. Poca fe. La toma de Constantina. Intrigas de Cherubini. Boa constrictor. Se interpreta mi Réquiem. La tabaquera de Habeneck. No se me paga. Intentan engatusarme con la Legión de Honor. Infamias de todo tipo. Furia. Amenazas. Se me paga
  • XLVII. Interpretación del «Lacrimosa» de mi Réquiem en Lille. Una pequeña culebra para Cherubini. Me juega una mala pasada. Le hago tragar un áspid venenoso. Me contratan en la redacción del Journal des Débats. Los tormentos que me causa el ejercicio de mi función de crítico
  • XLVIII. La Esmeralda de la señorita Bertin. Ensayos de mi ópera Benvenuto Cellini. Su estrepitoso fracaso. La obertura El Carnaval romano. Habeneck. Duprez. Ernest Legouvé
  • XLIX. Concierto del 16 de diciembre de 1838. Paganini, su carta y su donación. Fervor religioso de mi esposa. Iras, alegrías y calumnias. Mi visita a Paganini. Su partida. Composición de Romeo y Julieta. Críticas a esta obra
  • L. El señor De Rémusat me encarga la Sinfonía fúnebre y triunfal. Su interpretación. Su popularidad en París. Una sentencia de Habeneck. El adjetivo que Spontini inventó para esta obra. Su error a propósito del Réquiem
  • LI. Viaje y conciertos en Bruselas. Unas palabras sobre mis tormentos interiores. Los belgas. Zani de Ferranti. Fétis. Grave error de este último. Festival organizado y dirigido por mí en la Ópera de París. Conspiración frustrada de los partidarios de Habeneck. Un escándalo en el palco del señor De Girardin. Cómo hacer fortuna. Parto hacia Alemania
  • VIAJE MUSICAL A ALEMANIA
  • LII. Llevo a escena el Freischütz en la Ópera. Le añado recitativos. Los cantantes. Dessauer. Léon Pillet. Destrozos en la partitura de Weber, realizados por sus sucesores
  • LIII. Me veo obligado a escribir crítica. Desesperación. Veleidades de suicidio. El Festival de la Industria. 1022 intérpretes. 32000 francos de taquilla. 800 francos de beneficio. El señor Delessert, prefecto de policía. Establecimiento de la censura en los programas de concierto. Los preceptores del derecho de los hospicios. El doctor Amussat. Viajo a Niza. Conciertos en el Circo de los Campos Elíseos
  • SEGUNDO VIAJE A ALEMANIA
  • LIV. Concierto en Breslau. Mi leyenda sobre La damnation de Faust. El libreto. Las críticas patrióticas alemanas. Interpretación de La damnation de Faust en París. Me decido a partir hacia Rusia. La bondad de mis amigos
  • VIAJE A RUSIA
  • LV. El correo prusiano. El señor Nernst. Viaje en trineo. La nieve. La estupidez de los cuervos. Los condes Wielhorski. El general Lvov. Mi primer concierto. La emperatriz. Hago fortuna. Viaje a Moscú. Un obstáculo grotesco. El gran mariscal. Los jóvenes melómanos. Los cañones del Kremlin
  • LVI. >Regreso a San Petersburgo. Dos interpretaciones de Romeo y Julieta en el Gran Teatro. Romeo en su calesa. Ernst. El talento de Ernst. La acción retroactiva de la música
  • CONTINUACIÓN DEL VIAJE A RUSIA
  • LVII. París. Recomiendo a los señores Roqueplan y Duponchel como directores de la Ópera. Su agradecimiento. La Nonne Sanglante. Parto hacia Londres. Jullien, director de Drury Lane. Scribe. El sacerdote debe vivir para el altar
  • LVIII. Muerte de mi padre. Nuevo viaje a La Côte-Saint-André. Excursión a Meylan. Ataque furioso de soledad. Reaparece la Stella del monte. Le escribo
  • LIX. Muerte de mi hermana. Muerte de mi esposa. Sus exequias. El Odeón. Mi posición en el mundo musical. El teatro queda prácticamente cerrado ante mí debido al odio que he suscitado. La conspiración de Covent Garden. La camarilla del Conservatorio de París. Una sinfonía soñada y olvidada. El amable recibimiento que se me brinda en Alemania. El rey de Hannover. El duque de Weimar. El intendente del rey de Sajonia. Mi despedida
  • Post scriptum
  • Epílogo
  • VIAJE AL DELFINADO
  • LA VIDA NO ES MÁS QUE UNA SOMBRA EFÍMERA, ETC.
  • Post scriptum de la edición española

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