En una época dominada por el afán de medir, medicar y producir, el principal problema actual en el trabajo psicoanalítico con niños y adolescentes es evitar reproducir una lógica de trabajo que ubica al niño y al adolescente en el lugar de objetos de evaluación. Frente a esto, el presente libro muestra un psicoanálisis que es una práctica clínica fundada en la escucha liberadora de cada niño y adolescente, comprendidos como sujetos históricos, creativos y singulares. Esta labor supone el trabajo con y no contra sus padres o cuidadores, al mismo tiempo que el diálogo lúcido con instituciones escolares y profesionales de otras disciplinas.
La segunda parte de este texto aporta un detallado y emotivo historial clínico, que ejemplifica cómo el proceso psicoterapéutico tiene por finalidad facilitar el advenimiento del niño como sujeto, en un proceso de desidentificación gradual respecto de su posición de objeto.