A veces, lo real parece beber de lo imaginado.
El incendio de la torre Windsor, que una investigación periodística ha devuelto a la actualidad, es el elemento inspirador de esta novela. Escrita en 2011, esta trama criminal y política se basó en unas conjeturas propias de la imaginación de la autora que ocho años más tarde parecen sorprendentemente ajustadas a lo ocurrido en ese edificio en febrero de 2005. La hipótesis de que hubo entonces una operación secreta para hacer desaparecer unos documentos comprometedores de un importante banquero fue el núcleo de esta ficción. En ella, el asesinato de una gran empresaria, Ana Ruiz-Benegas, pone sobre la pista a sus protagonistas de un caso de turbia corrupción. Venganza, dinero y chantaje es el cóctel de esta historia completamente ficticia que ahora se muestra tan verosímil.